La complicidad y el compañerismo entre Marina y Joan se podía sentir a kilómetros de distancia, están viviendo un momento mágico en sus vidas en el que el amor que comparten se manifiesta de la manera más hermosa: esperando a su primer bebé al que llaman Oasis. Una sesión en la que el tiempo parecía detenerse entre miradas cómplices y caricias en la tripita. Un hogar tan luminoso como la sinergia entre ellos. Fue una sesión super fluida, en calma y con mucho amor.
Ni la lluvia nos impidió hacer fotos en el jardín de la casa, la naturaleza en su pleno esplendor.
¡Gracias Marina y Joan por la predisposición y mojarse enteros para lograr unas fotos tan preciosas!
“Ser madre es un acto de coraje inconmensurable y una prueba de amor incondicional”. Juno.
Todas mis sesiones son diferentes a otras, son autenticas, porque mantengo la esencia de cada familia y porque me gusta pensar que son fragmentos sacados de películas.